¿Y si de verdad ya no te importo más? ¿Y
si de verdad dejaste de ser esa persona que un día conocí? Y si ahora las cosas
son así, ¿cómo le hago yo para entenderlo y dejarte ir? ¿Cómo hago para no
extrañarte tanto y comprender que nada volverá a ser como antes? ¿Cómo le hago
para verte como parte de mi pasado y lograr sonreír por el tiempo que estuviste
aquí conmigo, sin desear que vuelvas? ¿Cómo? No sé porque te fuiste. No sé porque nunca has querido decirme
nada. Quizás lo hagas para protegerme, quizás tus razones sean algo que es
mejor no saber, o quizás nunca me viste de la misma manera en que yo te vi y es
por eso que no tuviste la suficiente confianza de decírmelo. No sé, pienso
muchas cosas y sólo consigo hacerme daño, y es que el hecho de no tenerte cerca
me ha venido afectando desde el instante en que comprendí que probablemente
jamás volvería a verte. Porque dijiste
que me querías como a una hermana, que siempre estarías ahí para mí cuando te
necesitara y que la distancia no cambiaría nada. ¿Y qué hay de todo eso? Sólo decepciones. Decepciones y más
decepciones. Todo ha cambiado, todo menos
que aún te extraño.
No comments:
Post a Comment