Estaba loca, joder, estaba loca. Tenía en su cabeza una locura preciosa. ¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella? (Elvira Sastre)

Jan 21, 2013

Bloqueo literario

Un día de pronto, se apagó mi chispa. Me quedaba por horas mirando la ventana, pensando en lo tonta que había sido todo este tiempo y en lo mucho que había malgastado mis esfuerzos alimentando sentimientos absurdos. Me ponía frente a esta pantalla, y no podía reflejar nada de lo que sentía. Nada.
Al principio pensé que quizás era lo mejor, que de alguna manera eso me haría más fáciles las cosas, y lograría olvidar. Y quizás sí haya sido así, o quién sabe. Pero incluso aunque el sentimiento parecía haberse esfumado, yo aún seguía sin escribir nada. Y es que un escritor necesita inspiración, y al parecer, aquella que lo había sido durante poco más de trescientos ochenta y cinco días, se había quedado en la última página de aquél libro que me atreví a entregar.
Así que no me quedaba más que aceptar las cosas como eran, y a otra cosa mariposa. Regresar a lo de antes, escribir sobre cualquier cosa que me diera en gana. Pero ni así lo conseguí.
Un bloqueo literario, me hicieron llamarle. Y sí, eso era. Y seguro todos los escritores lo han experimentado en algún momento de sus vidas.
Pero todo pasa. El bloqueo pasó. No sé cómo, pero pasó. Un día de pronto, la lluvia volvió a parecerme encantadora, las estrellas volvieron a iluminar mi alma, la luna creciente volvió a enamorarme, y el papel dejó de ser una superficie plana e incolora y pasó a tener la profundidad de las cosas que mi mano ponía en él.  
Y aquí estoy de nuevo, llenando los espacios en blanco de aquello que llamamos vida, como siempre lo he hecho, como siempre debió haber sido, y como siempre lo haré…