Estaba loca, joder, estaba loca. Tenía en su cabeza una locura preciosa. ¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella? (Elvira Sastre)

Aug 21, 2015

Horas, 16 pensando en ti, 8 soñando contigo.

Este semestre odio mi horario. Demasiado distinto al tuyo. No coincidimos. Cuando salgo de una clase, tú ya estás dentro de otra. Es demasiado tiempo sin ti.
Me gustaba más la vida cuando yo era tu centro de atención. Cuando éramos unos meses más jóvenes y no teníamos tantas responsabilidades como ahora.
Me gustaba más la vida cuando mis días se basaban en soñarte 8 horas mientras dormía y pensar en ti las restantes 16, y aun así encontraba el balance tú-universidad. Las cosas han cambiado mucho.
Demasiados espacios vacíos de ti, y no estoy segura si sabes que yo prefiero llenarlos todos contigo antes que con cualquier otra cosa. No tanto porque tengamos que estar juntos todo el tiempo (aunque sinceramente no me molestaría), porque incluso tú, estando ausente un millón de horas, lo solucionas todo rodeándome con tus brazos. No tienes idea de cuántos de estos espacios vacíos puedes llenar con ellos. 
Ojalá seas consciente del súperpoder que tienes. Ojalá tengas al menos una idea aproximada de lo mucho que te quiero. Sí, “aproximada”, porque ni yo misma sé cuánto, porque un día te quiero tanto, y al siguiente descubro que te quiero más.
En fin, ¿ya te dije que odio mi horario?
¿Lo ves? No importa lo que esté diciendo, intervienes en mi mente y comienzo a divagar. Siempre, siempre termino hablándoles a todos de ti.

Aug 15, 2015

Eres lo más bonito que he hecho por mí.

Ella se enamoró de su forma de ser. Se enamoró de su sonrisa, de esos ojos dormilones, de sus chistes, su alegría, de su habilidad en los videojuegos, de su seguridad para relacionarse con las personas, de la ternura con la que hablaba de sus amigos, de su carisma con los adultos y niños y animales, se enamoró de todas y cada una de las cosas que conoció de él, de sus detalles, de aquél día que madrugó y espero a fuera de su casa para regalarle rosas. Se enamoró de sus mensajes inesperados, de esas conversaciones infinitas en la madrugada, de su boca perfecta cuando le sonríe, cuando aprieta los labios, cuando se enfada, cuando la busca, cuando la besa, de sus manos preciosas, de su mente que es un complejo laberinto, y de su corazón que es el más puro y bondadoso del mundo. Se enamoró de cómo le sonroja sus mejillas con solo mirarla, de cómo dibuja sus sonrisas a su antojo, y de cómo es capaz de hacerla llorar y reír a la vez. Se enamoró de cada segundo que pasaba a su lado, de la profundidad que se reflejaba en sus ojos cuando él la miraba, de cómo sujetaba su mano al cruzar la calle, de su instinto para protegerla contra todo y contra todos.
Incluso ella se enamoró aún de sus defectos, de su necedad, su inseguridad,  de cómo se enojaba cuando no le salían las cosas como quería, de su frialdad cuando alguien lo hería, de su costumbre de callarse todo, hacerse siempre el fuerte, el que no necesitaba ayuda, de esas manías que tenía cuando se aburría, de su indiferencia hacia los demás cuando no quería estar en algún sitio.
Ella primero lo conoció como uno más, luego sin quererlo se enamoró y  entonces entendió que él era lo que ella nunca había esperado pero que como un regalo del cielo le había llegado, y la salvó.


Eres lo más bonito que he hecho por mí.
Esta canción es por ti.