Estaba loca, joder, estaba loca. Tenía en su cabeza una locura preciosa. ¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella? (Elvira Sastre)

Feb 22, 2016

Quédate.

Conocí a un hombre y desde que estoy con él me siento segura. Completa.
Me toma de la mano al cruzar la calle. Me despierta con un mensaje de buenos días, cómo dormiste. Me pregunta a todas horas si ya comí, si ya hice mis tareas, si puede ayudarme en algo. Me mira con sus brillantes y dormilones ojos negros de una manera hipnotizante y me susurra un “¿por qué eres tan bonita?” y me besa a media sonrisa. Y a mí me aletea el colibrí en el pecho.
Me toma de la mano al cruzar la calle. Me dice que no llegue tarde a casa. Se preocupa por mis horas de comida. Me despierta con mensajes bonitos. Me cuida. Me busca. Me encuentra. Me mira de lejos con sus bonitos y dormilones ojos negros que no me canso de describir, y me sonríe, y aprieta los labios y me besa. Y me cuenta cómo estuvo su día. Y se interesa por el mío. Y hace chistes por todo. Y reímos mucho. Y justo ahí somos muy felices.
Conocí a un hombre y desde que estoy con él me siento segura. 
Y desde que se fue algo me falta, y duele, duele aquí donde la gente dice que tenemos el corazón.

Quiero que vuelva. Quiero que se quede (conmigo).