Puedo haber llegado a los
dieciochos, pero seguiré creyendo. Seguiré escribiendo. No permitiré que mi
imaginación decaiga como a tantas personas les ha pasado. Seguiré haciendo
locuras con mis amigos. Seguiré riéndome de las cosas de la vida y de la
aparente conspiración en mi contra del destino. No quiero preocupaciones, esas
son para los viejos. Seguiré sien do yo aún cuando lleve la etiqueta de mayor de edad en mi frente. Puedo haber
llegado a los dieciochos, pero yo seguiré con ese espíritu joven y esa locura
infinita que me caracterizan. Porque envejecer
es obligatorio, contra el tiempo no puedo luchar, pero ¿crecer? Crecer es opcional.
Mar 22, 2013
Envejecer es obligatorio; crecer es opcional
Pues vaya, parece que ha llegado
mi hora. Pero antes que nada, tengo que decir que llegar a la mayoría de edad
no implica que pasaré a comportarme como una adulta. Aunque claro, supongo que
las responsabilidades se me vienen encima: terminar la prepa, continuar la
universidad, vivir fuera de casa, ser autosuficiente... pero eso es lo de
menos.
Mar 14, 2013
Lo que odio de ti
Decidí sentarme. Comencé mi
lista con el marrón de tus ojos, tu mirada cautivadora y esa amplia sonrisa que
tienes capaz de fundir hasta un témpano de hielo. Continué con tu cabello
alborotado, tus labios apetecibles, tus mejillas rosadas, tu caballerosidad y tu
tendencia a ser despistado. Y me detuve. En mi lista no había más que las cosas
que amaba de ti y me derretían. Aunque también las odiaba. Las odiaba por eso,
porque me derretían a cada rato, y porque eran las culpables de que este
sentimiento no se esfumara aún.
Así que garabateé sobre la
lista que había creado hasta que las palabras dejaron de percibirse, e inicié
una nueva. Anoté tu indiferencia para saludarme cuando más deseo que lo hagas,
tu extraña manera de mirarme a veces cuando decido hablarte y tu poca
colaboración para conversar. Escribí también tu infelicidad, porque aunque no
quiera, me hace sentir infeliz también; tu caminar inconfundible, ese que me
hace saber que eres tú aún cuando no traiga puesto los lentes; tu tendencia a
estar rodeado siempre de toda clase de chicas; tu mala costumbre de aparecer y
confundir todo mi espacio cuando no quiero verte, y lo que odio más, que no tengas novia. Porque si la
tuvieras me harías más fáciles las cosas…
Porque si la tuvieras, hace mucho que hubiese entendido que no tengo
oportunidad y te hubiese borrado de mi cabeza.
Y por eso te odio. Por
hacer largos mis días.
Porque
te quiero. Porque sí.
Mar 7, 2013
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tú allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tú,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo....
-Mario Benedetti
Mar 6, 2013
Dolerá, elijas el camino que elijas
No entiendo porqué te encierras
en decir que no sabes qué hacer. Desde dónde yo lo veo, tienes muchos caminos a
tu alcance.
Puedes quedarte con lo fácil,
permanecer donde estás, y esperar hasta que un día te ahogues con tus propias
lágrimas.
Puedes hacer lo de siempre: ignorar
la realidad, pensar que nada malo ha
pasado y revolotear por el mundo con locura infinita.
Puedes luchar. Eres fuerte y tienes la suficiente
capacidad, sólo tienes que estar completamente segura de cómo vas a hacerlo y
creer en ti. Y creer también que no importa cuántas veces te caigas, siempre te
levantarás dispuesta a un intento más, o a los que hagan falta.
O puedes pasar página,
cerrar el círculo. Escuchar aquella vocecita en tu cabeza
que te dice que nunca vas a conseguir
nada, que es mejor que cambies tu rumbo porque ahí no hay nada para ti.
Sí, hablo de rendirse, y creo que no es necesario
explicarte todo lo que esto conlleva.
Así que ahí tienes. Claro que
no será fácil, nadie dijo que lo sería.
Elijas el camino que elijas, te va a doler, pero deja eso a un lado, el dolor
no es algo nuevo en tu vida. La decisión final es tuya.
Subscribe to:
Posts (Atom)