Estaba loca, joder, estaba loca. Tenía en su cabeza una locura preciosa. ¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella? (Elvira Sastre)

Mar 24, 2015

Me gustas tú.

Háblame de ti. De lo que te gusta, lo que no te gusta, de dónde vienes y a dónde vas.
Pero no, mejor no, quédate así, tranquilo, no digas nada. Hoy quiero decirte lo que me gusta a mí.
Me gusta el siete, el chocolate, la lluvia, las sonrisas, la música, el invierno y el azul del cielo. Me gusta el frío, los ojos cafés, Noviembre, leer, escribir, la luna con forma de uña, los cielos estrellados, las canciones que traen recuerdos, las rosas blancas, las gardenias… y me gustas tú. Sí, tú.
Me gustas tanto como las nubes con formas curiosas, las flores que dicen “me quiere”, las mariposas, el piano, los colibríes, los perros, los gatos, las tardes de películas, la playa de noche y los amigos que puedes llamar hermanos.
Me gustas más que los cumplidos disfrazados de insultos, los “te echo de menos”, el olor a tierra mojada, las metáforas, la poesía, las fotografías en blanco y negro, las caricaturas de mi infancia, Patricio Estrella, Charizard, Hora de aventura, garabatear en los cuadernos, dibujar en el vidrio empañado, las paletas de corazón sabor chamoy, los popotes flexibles, una taza de café caliente, el pay de queso, los gorros para el frío, las pulseras, y los viejitos que causan ternura.
Me gustas más que todo y más que nada. 
Así que háblame de ti que quiero saberlo todo. Saber porqué me haces sonreír constantemente, porqué se me acelera el pulso cuando me rozas, ¿por qué? Cuéntame porqué me gustas tanto.