Estaba loca, joder, estaba loca. Tenía en su cabeza una locura preciosa. ¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella? (Elvira Sastre)

Nov 30, 2015

Como si fuera posible soltarte.

No he contado las horas desde que te vi salir por aquella puerta, pero me han parecido eternas, y me causa un gran alivio ahora asomarme por la ventana y percibir la completa oscuridad. No sé cómo se supone que voy a lograrlo, pero por este día uno, al parecer he sobrevivido, después de todo, nadie muere de amor, ni por falta, ni por sobra… y mira que a mí mucho me sobra.
Sólo me queda esta noche entonces, cerrar los ojos y, cómo si fuera posible no pensarte, dormir.
  
Claro. 
Cómo si fuera posible ya no verte como si tú fueras quien pone las putas estrellas en el cielo. Cómo si fuera posible soltarte. 

Nov 22, 2015

Tú, mi parte favorita.

Quiero decirte que afuera llueve y que acá dentro yo he estado haciendo lo que me corresponde.
Llegué a un punto en el que dependí demasiado de ti, en el que no tenía una vida propia, y eso nos trajo problemas. Y trabajé en ello, me conseguí una vida sin ti. No de la forma ruin que suena, me hiciste entender que el hecho de que seamos una pareja no significa que tengamos que estar juntos todo el tiempo. No necesitamos ir de la mano para estar juntos.
Así que salí de la monotonía y soledad de mi casa a distraerme, a andar por ahí con algunos amigos, al cine, a caminar, a la playa, al béisbol; me he quedado hasta tarde platicando en el chat, he aprendido a tocar un par de canciones en el piano, he visto miles de películas y series en la televisión y en la computadora, he limpiado mi habitación, me he portado perfeccionista y ordenado las canciones de mi reproductor, he leído libros (la mayoría por el simple hecho de leer algo) ¿y sabes qué? Estaba equivocada. Pensaba que el mantenerme ocupada haría que pensase menos en ti y me alejaría de esa ardiente necesidad de estar contigo, escribirte o saber de ti, aún cuando ya aclaramos que no es necesario, que aunque no hablemos, pensamos el uno en el otro. Pero nada me llena. Ninguna actividad me da la felicidad que me da el pasar tiempo contigo. Mientras hacía las cosas que me gustan, reía con mis amigos y me divertía, te extrañaba. Y aún sin hacer nada de eso, estresada, estudiando para cinco exámenes, trabajando en el final del semestre, no hay momento del día en el que no pases por mi mente. Al leer un libro que sí me gusta, al tocar una canción… siempre estas presente. He hecho de todo, y nada se asemeja a estar contigo.
Quiero pensar que aún me falta mucho camino por recorrer, estoy aprendiendo, pero igual quiero decirte que ya estoy mejor, que no soy la chica posesiva que te quería sólo para mí. No quiero ser tu todo, cariño, sólo tu parte favorita.

Tú eres mi persona favorita, y te prefiero, y te elijo sobre todas las cosas. Y nunca me había sentido tan completa como me siento ahora.

Te amo.                                                                        
Te amo más de lo que jamás sabrás.

Sep 4, 2015

Te quiero.

Teníamos las narices a tan poca distancia que con un leve movimiento podíamos rozarlas. Pero lo más impresionante eran los ojos. Mis ojos en los de él. Sus pupilas negras con mi rostro dentro.
─Te quiero –me dijo.
Y me dio un beso.
Me rozó los labios y sonrió.
Y todo lo que sentí fueron cosquillas en la panza y un colibrí aleteando en mi pecho.
Así que le miré sonriente, acaricié su cabello, tomé sus mejillas con mis manos y junté sus labios con los míos fundiéndolos en un lento beso en el que juro que habría parado el tiempo si hubiera sabido cómo hacerlo.
Sé que nunca te cansas de decirme que me quieres, pero esta vez fue diferente. 

“Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura." Julio Cortázar.

Aug 21, 2015

Horas, 16 pensando en ti, 8 soñando contigo.

Este semestre odio mi horario. Demasiado distinto al tuyo. No coincidimos. Cuando salgo de una clase, tú ya estás dentro de otra. Es demasiado tiempo sin ti.
Me gustaba más la vida cuando yo era tu centro de atención. Cuando éramos unos meses más jóvenes y no teníamos tantas responsabilidades como ahora.
Me gustaba más la vida cuando mis días se basaban en soñarte 8 horas mientras dormía y pensar en ti las restantes 16, y aun así encontraba el balance tú-universidad. Las cosas han cambiado mucho.
Demasiados espacios vacíos de ti, y no estoy segura si sabes que yo prefiero llenarlos todos contigo antes que con cualquier otra cosa. No tanto porque tengamos que estar juntos todo el tiempo (aunque sinceramente no me molestaría), porque incluso tú, estando ausente un millón de horas, lo solucionas todo rodeándome con tus brazos. No tienes idea de cuántos de estos espacios vacíos puedes llenar con ellos. 
Ojalá seas consciente del súperpoder que tienes. Ojalá tengas al menos una idea aproximada de lo mucho que te quiero. Sí, “aproximada”, porque ni yo misma sé cuánto, porque un día te quiero tanto, y al siguiente descubro que te quiero más.
En fin, ¿ya te dije que odio mi horario?
¿Lo ves? No importa lo que esté diciendo, intervienes en mi mente y comienzo a divagar. Siempre, siempre termino hablándoles a todos de ti.

Aug 15, 2015

Eres lo más bonito que he hecho por mí.

Ella se enamoró de su forma de ser. Se enamoró de su sonrisa, de esos ojos dormilones, de sus chistes, su alegría, de su habilidad en los videojuegos, de su seguridad para relacionarse con las personas, de la ternura con la que hablaba de sus amigos, de su carisma con los adultos y niños y animales, se enamoró de todas y cada una de las cosas que conoció de él, de sus detalles, de aquél día que madrugó y espero a fuera de su casa para regalarle rosas. Se enamoró de sus mensajes inesperados, de esas conversaciones infinitas en la madrugada, de su boca perfecta cuando le sonríe, cuando aprieta los labios, cuando se enfada, cuando la busca, cuando la besa, de sus manos preciosas, de su mente que es un complejo laberinto, y de su corazón que es el más puro y bondadoso del mundo. Se enamoró de cómo le sonroja sus mejillas con solo mirarla, de cómo dibuja sus sonrisas a su antojo, y de cómo es capaz de hacerla llorar y reír a la vez. Se enamoró de cada segundo que pasaba a su lado, de la profundidad que se reflejaba en sus ojos cuando él la miraba, de cómo sujetaba su mano al cruzar la calle, de su instinto para protegerla contra todo y contra todos.
Incluso ella se enamoró aún de sus defectos, de su necedad, su inseguridad,  de cómo se enojaba cuando no le salían las cosas como quería, de su frialdad cuando alguien lo hería, de su costumbre de callarse todo, hacerse siempre el fuerte, el que no necesitaba ayuda, de esas manías que tenía cuando se aburría, de su indiferencia hacia los demás cuando no quería estar en algún sitio.
Ella primero lo conoció como uno más, luego sin quererlo se enamoró y  entonces entendió que él era lo que ella nunca había esperado pero que como un regalo del cielo le había llegado, y la salvó.


Eres lo más bonito que he hecho por mí.
Esta canción es por ti.

Jul 31, 2015

Cuentos, puros cuentos.

Y salí de viaje, y te extrañé como nunca.
Y por primera vez sentía que tenía a alguien que esperaba por mí allá a miles de kilómetros. Tenía a lo primero que quería ver al bajarme del avión, a quien me abriría la puerta de la casa y me recibiría con un abrazo. 
Por primera vez no era yo la que veía marchar a alguien, yo era quien me marchaba. Por primera vez no era yo quién se quedaba esperando un regreso, yo era quien ya quería volver, alguien me esperaba. Por primera vez no era yo quien iba a la central de autobuses o al aeropuerto a recibir a alguien, era a mí a quien me irían a recibir. Pero debí saberlo, esas son sólo ideas cursis.
La realidad es que la vida no se detiene porque nos extrañemos muchísimo. No moverás cielo, mar y tierra porque te mueres por verme, ni suspenderás tus actividades para colgarte horas hablando al teléfono conmigo. Ni tampoco te negarás a salir con tus amigos simplemente porque ese día coincide con mi llegada. 
Debí saberlo bien. Es mi culpa por leer todo lo bonito del amor y ver tanta película romántica, y creer que quizás pudiera pasarme lo mismo (sin tanta cursilería claro). Definitivamente es mi culpa. No debí inventar la historia en mi cabeza de que mi llegada a la ciudad sería hermosa contigo esperándome. Debí saberlo, esas cosas no le pasan a alguien como yo, son puros cuentos.

Jul 15, 2015

Demasiado nunca es bueno.

Demasiado: Indica una cantidad, número, intensidad o grado mayor del necesario, del que se esperaba o del que se considera conveniente.
Piensas demasiado.
Le quieres demasiado.
¿Me has oído hablar de ello? Demasiado nunca es bueno. Siempre me lo he dicho.
Pero hoy así me tienes: Cada que siento que me estoy portando como paranoica, queriendo tenerte cada segundo a mi lado, o hablar contigo, saber de ti, escucharte reír, ver tu “escribiendo” en la pantalla, cada que siento que intento poseerte, corro y busco en mis libretas viejas aquella carta que escribí hace un tiempo y nunca te entregué, diciéndote que las cosas no funcionan si me quieres más de lo que yo puedo quererte y que el amor no se trata de posesión.
Aquí me tienes, sentada sobre la cama tragándome mis propias palabras.
Sintiendo demasiado.
Queriéndote demasiado.
Extrañándote demasiado.

Siempre fui una persona solitaria, no sé qué carajo me hiciste para que ahora no me guste estar sola, y menos sin ti. Supongo que me acostumbré demasiado a tu presencia, vamos, si me meto a los números, de las 24 horas del día, al menos la tercera parte lo paso en la escuela, contigo. Mi celular no me sirve para nada si no es para recibir tus mensajes. Mi casa, siempre vacía, se ilumina cuando llegas tú. Iluminas todo. Enciendes fuegos artificiales en mí. ¿Cómo no te voy a echar de menos? ¿Cómo no voy a querer tenerte a mi lado siempre?
Por eso aquí me tienes. Leyendo esos viejos garabatos que me atrevo a llamar carta, y recuerdo que meses atrás tú estuviste como yo ahora, y que yo era más o menos como hoy lo eres tú. Cambiaron los papeles.
Me pongo en tu lugar, y si pudiste soportarlo yo debo hacerlo también, porque no quiero que te canses de esta chica sensible y falta de cariño y complicada  en la que me he convertido, y que pide a gritos que no la dejes. Porque si antes parecía dura y fría, hoy ya no queda nada de eso.

Me asusta que todo ese tiempo que fuimos un sube y baja de emociones me lo hayas dado todo, y que ahora, que estoy completamente segura que mi sitio es a tu lado, sea demasiado tarde y ya no puedas/quieras ofrecer nada más. Ya sabes, el típico “quien no quiso cuando pudo, no podrá cuando quiera” que tú tanto citas.

Jul 2, 2015

Que te vaya bonito.

A orillas de mi cama me senté y pensé en ti. Pero no te lloré.
Y saqué todas tus cartas de mi monedero, y no te lloré.
Y escondí tu foto detrás de la de alguien más, y no te lloré.
Y borré todas tus fotos de mi teléfono, y no te lloré.
Y le quité la marca de favorito a tu nombre en las redes sociales, y no lloré.
Y me deshice de esa tonta promesa de “en un futuro estaremos juntos”, y no lloré, al contrario, sonreí.
–Ya no hay nada de ti en mí –escribiste.
¿Recuerdas aquél día? Pues desde ese día. Tu noticia cayó como balde de agua fría, pero tampoco te lloré. Ya estamos de acuerdo, ya no hay de ti en mí desde aquél día. Tú ya ni siquiera eres tú, y yo ya no soy yo. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Iniciaste una nueva vida con alguien más, como bien me dijiste, y la verdad es que yo también. Ya no te pertenezco. Y es bonito. Y está bien. De aquél amor sólo quedan recuerdos, y lo admito, a veces pienso en ellos, pero ya no me tocan más.
No sé ni siquiera para qué te escribo. Me curaste, a la mala, pero me curaste.

Ojalá que te vaya bonito.

Jun 28, 2015

Notas universitarias.

He cogido un pedazo de hoja de libreta y un lapicero durante esta clase aburrida donde el maestro se la pasa bromeando con todos los alumnos mientras finge que aprendemos, porque te voy a escribir. Y lo hago para decirte que te quiero, aunque probablemente ya lo sepas. Te quiero.
Quizás te parezca extraño que lo repita tanto, y más viniendo de mí, pero sinceramente me da pánico que se te olvide. Que entre tantos disgustos que pasamos que hacen que dejamos de hablarnos crezca una duda en  tu estómago. Que vaciles, así como ya lo hiciste antes cuando te tenía en esa situación donde no sabía lo que quería.
No hay nada más peligroso que una duda, lo saben todos. Así que simplemente estoy tomando mis medidas. No dudes de nuevo, ya no dudes, porque yo no me voy a ir a ningún sitio que no sea a tu lado, al contrario, me asusta que despiertes un día y ahora seas tú quién no sepa que quiere, o en el peor de los casos, sepas muy bien que no me quieres más en tu vida. Así que tonto, no dudes, porque te quiero (perdona mi redundancia), y sé perfectamente que te quiero en mi vida, y que me quiero en la tuya.

Coldplay - What if  

May 31, 2015

Un diente de león por su felicidad.

Dicen que si cierras los ojos y soplas un diente de león mientras pides un deseo, se cumple. Claro que eso suena totalmente fantasioso y solo las niñas pequeñas podrían creerlo, pero volver a la infancia tan solo por un momento e intentarlo, no cuesta nada.
Caminaba de regreso a casa con demasiados sentimientos encontrados por tanta aparente infelicidad y corazones rotos, cuando lo vi: un diente de león entre tantas flores coloridas. Un diente de león.
Me invadía principalmente un sentimiento de impotencia. Acababa de verle en un estado completamente aterrador, sentado ahí, solo, sin esa sonrisa tan suya. Le he conocido perfectamente para saber que algo malo había pasado en su vida, y la impotencia era por eso, porque aunque esté dejando de quererle, aún me importa, y quiero que sea feliz. Y sería maravilloso que yo aún pudiese brindarle un poco de esa felicidad, pero ya no más, si sonríe y es feliz, con eso me conformo. Pero, ¿y si no? ¿Cómo puedo estar yo tranquila al ver que no se encuentra bien?
Sé que probablemente ya no sea de mi incumbencia. Que cada quien su vida, que debería dejar de preocuparme por los demás y enfocarme en mí misma, pero no puedo. No es algo que yo pueda controlar. Su infelicidad, por más que yo lo intente, no consigue pasarme desapercibida.
Por eso, al ver aquel diente de león no lo pensé dos veces: lo tomé entre mis manos, me puse en dirección hacia el escaso viento, y soplé. ¿Que qué pedí? Me gustaría poder contárselos, pero si lo hiciera no se cumpliría. Sólo les diré que no, no pedí que él volviera ni que fuera más fácil sobrellevar los recuerdos, nada de eso, mi deseo no tiene nada que ver conmigo, ni con mi vida, porque a mí me basta con que él sonría.

Y por eso, me armé de valor, me tragué mi orgullo, y decidí escribirle. Inicié una conversación casual; pregunté por su vida, pregunté incluso por su novia (en serio), me mostré feliz de que su relación marche bien y le brindé mi apoyo en cuanto a sus problemas, y puedo jurar que sentí cómo su semblante cambió. 
Claro que al final la afectada fui yo, débil, sangrando en la herida, presenciando cómo ya me ha reemplazado por completo sólo para tratar de hacerlo fuerte a él. 
Quizás sea tonta, quizás no, no me importa, porque aún creo que si él sonríe le hace un favor al mundo… y a mí. Y en serio, a pesar de todo, quiero que siga siendo así.


Apr 13, 2015

Cosas que tengo de ti

Un dibujo de "regresas conmigo", de hace muchos años, de nuestro amor de secundaria.
Una gorra blanca. El primero de todos tus obsequios.
Unos tenis Vans, ya rotos y gastados por el uso y paso del tiempo.
Dos libros. El primero que me diste lleva un hermoso mensaje en la primera hoja y nuestros nombres juntos escritos al final.
Dos fotos tuyas, (en mi cartera). Una en blanco y negro que tomaste para tu trabajo y una de cuando eras un niño, con un "te amo" en la parte de atrás.
Cinco cartas, (al lado de tus fotos). Una que me desea suerte en mi graduación; una que me hace saber cuánto me extrañas mientras estabas lejos trabajando; otra de nuestras primeras peleas, que dice que a veces piensas en terminar todo pero que no puedes porque te gusta amarme tanto; una más donde todo ha terminado, y la última, donde ya lo has superado todo, donde dices que la vida cambia y que ambos encontraremos a alguien que nos sacará nuevas sonrisas.
Una camiseta de mi equipo fútbol. Que me diste después de una pelea.
Tres blusas. Dos fueron regalo de cumpleaños, una fue de la última vez que nos vimos, argumentaste que la viste y me imaginaste con ella.
Una tarjeta telefónica que usaste para llamarme la primera vez que la distancia se interpuso entre nosotros.
Una hoja de manzana, porque dijiste que nunca habías visto nada igual.
Tengo además las cosas que me diste indirectamente, 136 fotos de nuestra vida juntos; 47 poemas y 16 canciones para pensar en ti; el recuerdo de 621 días a tu lado, y lo más desafortunado de todo, un corazón roto.

Apr 7, 2015

Buenas noches.

Hoy corriste hasta mi casa y me has dejado una carta. La he guardado en mi bolsillo y he regresado a mi cuarto para no ser descubierta. La he visto, le he leído, la he olido: tiene tu perfume. He llorado, es perfecta. Un pedacito de ti al alcance de mis manos.
Hoy mis padres han peleado. Siempre me agarran desprevenida, sin tener a donde huir en esta casa tan pequeña. He tenido que fingir beber agua en la cocina una vez más para no tener que ver sus caras mientras discuten.
¿Dónde estás?, me repito a mí misma. Te necesito. Entonces recuerdo tu carta. Quiero ir a buscarla y respirarla, y sentirte cerca. Salgo de la cocina y encuentro a papá en mi cuarto, acostado sobre mi cama. Tuvo un largo día de trabajo, entiendo que quiera descansar, no voy a hacer nada. Sé que eso significa que me toca dormir con mamá, pero para ser sincera no tengo ganas, yo también estoy molesta, yo también quiero dormir sola. Por suerte la sala es bastante cómoda y tiene televisión, hoy dormiré  en la sala. 
Tu carta ya no hace falta leerla, la sé de memoria, cada palabra y signo de puntuación. Te amo.

Buenas noches.

Apr 5, 2015

Cuando me querías.

Hola amor,

Acabo de besarte en medio de la calle con el corazón a punto de salirse de mi pecho. ¿Te he dicho antes lo guapo que me resultas? Acabo de mirar tu carta y acabo de secarme las lágrimas aunque ni siquiera la he abierto. Oh dios, tiene tu perfume. ¿Cómo se te ocurrió hacerlo? Te amo. Siempre te amo. Y te extraño. Lo he hecho siempre que ya vivo con ello y lo manejo bien. Me encantas. No creo que nadie pueda amarme tanto cómo lo haces tú y eso me encanta mucho más. Espero algún día amarte tan libremente como te mereces.
Gracias por todo lo que eres. Gracias por exponerte a que nos descubran, correr hasta cerca de mi casa y darme tu carta. Gracias por dejar tu perfume en ella, hacía mucho que no respiraba ese aroma. Tu aroma. Sé que te tengo, pero con este papel que me dejaste tengo un pedacito más de ti. Te llevaré en mi cartera, y cuando te extrañe, te tendré ahí. Quisiera poder hacer lo mismo con este pedazo de papel que ahora escribo, pero no estoy segura de a qué huelo yo.
Te amo y te extraño tanto, y tantan, aquí está una carta de amor.

Tuya siempre, Ceci.

Mar 24, 2015

Me gustas tú.

Háblame de ti. De lo que te gusta, lo que no te gusta, de dónde vienes y a dónde vas.
Pero no, mejor no, quédate así, tranquilo, no digas nada. Hoy quiero decirte lo que me gusta a mí.
Me gusta el siete, el chocolate, la lluvia, las sonrisas, la música, el invierno y el azul del cielo. Me gusta el frío, los ojos cafés, Noviembre, leer, escribir, la luna con forma de uña, los cielos estrellados, las canciones que traen recuerdos, las rosas blancas, las gardenias… y me gustas tú. Sí, tú.
Me gustas tanto como las nubes con formas curiosas, las flores que dicen “me quiere”, las mariposas, el piano, los colibríes, los perros, los gatos, las tardes de películas, la playa de noche y los amigos que puedes llamar hermanos.
Me gustas más que los cumplidos disfrazados de insultos, los “te echo de menos”, el olor a tierra mojada, las metáforas, la poesía, las fotografías en blanco y negro, las caricaturas de mi infancia, Patricio Estrella, Charizard, Hora de aventura, garabatear en los cuadernos, dibujar en el vidrio empañado, las paletas de corazón sabor chamoy, los popotes flexibles, una taza de café caliente, el pay de queso, los gorros para el frío, las pulseras, y los viejitos que causan ternura.
Me gustas más que todo y más que nada. 
Así que háblame de ti que quiero saberlo todo. Saber porqué me haces sonreír constantemente, porqué se me acelera el pulso cuando me rozas, ¿por qué? Cuéntame porqué me gustas tanto.

Feb 26, 2015

Notas de desamor.

Hay de cartas a cartas: cartas bonitas, cartas alegres, cartas obligadas, cartas sinceras, cartas de amigos, cartas de amor, cartas de despedida, cartas que guardo en una caja debajo de mi cama, cartas que no logro conservar pero que se quedan en mi memoria. Y hay cartas como las tuyas, que me aceleran el pulso, me cortan la respiración y me provocan náuseas. Cartas tuyas que guardo en mi cartera al lado de tu foto, cartas que dicen que me amas, que me piensas, que me extrañas.
Y están también esas otras cartas tuyas que me sacan lágrimas, que me rompen en pedazos, que me aterran. Cartas como tu última carta, esa que dice que estas cansado, que no quieres verme, que todo ha acabado. Tu última carta.
No entiendo nada.
Mierda. Creo que ya no me amas...