Lo
he intentado, te lo juro. A veces entro a un cine o doy largas caminatas, pero
sólo siento que estoy sacando a pasear esta tristeza. Mira, incluso he tratado
frente al espejo de inclinar los labios a la sonrisa, de volver a tener deseos
y esperanzas, pero ha sido inútil. Si todavía existe algún entusiasmo, por
pequeño que sea, debe estar muy oculto y no ha querido ni siquiera asomarse
tantito.