Un
dibujo de "regresas conmigo", de hace muchos años, de nuestro amor de secundaria.
Una
gorra blanca. El primero de todos tus obsequios.
Unos
tenis Vans, ya rotos y gastados por el uso y paso del tiempo.
Dos libros. El primero que me diste lleva un hermoso mensaje en la primera hoja y nuestros nombres juntos escritos al final.
Dos libros. El primero que me diste lleva un hermoso mensaje en la primera hoja y nuestros nombres juntos escritos al final.
Dos
fotos tuyas, (en mi cartera). Una en blanco y negro que tomaste para tu trabajo y una
de cuando eras un niño, con un "te amo" en la parte de atrás.
Cinco
cartas, (al lado de tus fotos). Una que me desea suerte en mi graduación; una
que me hace saber cuánto me extrañas mientras estabas lejos trabajando; otra de
nuestras primeras peleas, que dice que a veces piensas en terminar todo pero que
no puedes porque te gusta amarme tanto; una más donde todo ha terminado, y la
última, donde ya lo has superado todo, donde dices que la vida cambia y que ambos
encontraremos a alguien que nos sacará nuevas sonrisas.
Una
camiseta de mi equipo fútbol. Que me diste después de una pelea.
Tres
blusas. Dos fueron regalo de cumpleaños, una fue de la última vez que nos vimos,
argumentaste que la viste y me imaginaste con ella.
Una
tarjeta telefónica que usaste para llamarme la primera
vez que la distancia se interpuso entre nosotros.
Una
hoja de manzana, porque dijiste
que nunca habías visto nada igual.
Tengo además las cosas que me diste indirectamente, 136 fotos de nuestra
vida juntos; 47 poemas y 16 canciones para pensar en ti; el recuerdo de 621
días a tu lado, y lo más desafortunado de todo, un corazón roto.