Hoy corriste
hasta mi casa y me has dejado una carta. La he guardado en mi bolsillo y he
regresado a mi cuarto para no ser descubierta. La he visto, le he leído, la he
olido: tiene tu perfume. He llorado, es
perfecta. Un pedacito de ti al alcance de mis manos.
Hoy mis
padres han peleado. Siempre me agarran desprevenida, sin tener a donde huir en
esta casa tan pequeña. He tenido que fingir beber agua en la cocina una vez más
para no tener que ver sus caras mientras discuten.
¿Dónde
estás?, me repito a mí misma. Te necesito. Entonces recuerdo tu carta. Quiero ir a buscarla y respirarla,
y sentirte cerca. Salgo de la cocina y encuentro a papá en mi cuarto,
acostado sobre mi cama. Tuvo un largo día de trabajo, entiendo que quiera
descansar, no voy a hacer nada. Sé que eso significa que me toca dormir con
mamá, pero para ser sincera no tengo ganas, yo también estoy molesta, yo
también quiero dormir sola. Por suerte la sala es bastante cómoda y tiene
televisión, hoy dormiré en la sala.
Tu carta ya
no hace falta leerla, la sé de memoria, cada palabra y signo de
puntuación. Te amo.
Buenas
noches.
No comments:
Post a Comment