Quiero que sepa que aunque
duele, amo quererle como le quiero.
Que cada canción que escucho
tiene algo que me hace pensar en él. Y que si intento aprenderme alguna de
ellas es porque quiero que algún día me escuche cantársela.
Que cuando veo lo delgada que
se encuentra la luna sólo logro imaginar su sonrisa.
Que cada vez que veo las
estrellas es imposible no pensar en él
y tararear aquella canción de mi banda favorita, Look at the stars, look how the shine for you…
Que cuando llueve no existe
otra persona con la que deseé ver al cielo llorar, más que él. Que si paso por el espejo y me acomodo el cabello, es porque me
gustaría que él me viera bien. Que
si paso por el espejo y sonrío, es porque quiero que el día que nos volvamos a topar,
vea la mejor de mis sonrisas.
Quiero que sepa que me
encantaría verme reflejada en sus brillantes ojos marrones. Y que la impotencia y la incertidumbre me matan cuando de
vez en cuando logro percibir un poco de tristeza en ellos.
Que a veces abro la lista de
contactos de mi celular sólo para ver su nombre ahí y suspirar. Que siento que le fallo si, por cordialidad, le sonrió a algún chico que dice sentir algo por mí.
Que si me voy a la cama antes
de lo normal aunque no tenga nada de sueño, es porque quiero que se adueñe de
todos mis pensamientos en lo que las ganas de dormir aparecen. Y que cuando
sueño con él, no hago otra cosa en
todo el día más que pensar en eso y sonreír como tonta.
Que todas las veces que me
topé con su sonrisa, me atonté y me olvide de todo lo que me hacía sentir mal,
como si se presionara automáticamente el botón de borrar en mi cabeza.
Que sus labios me resultan muy
apeteciblemente apetecibles y que me
encantaría que alguna vez tocaran los míos.
Quiero que sepa que él me hizo volver a sentir ilusión por
una persona.
Que me pasó mucho tiempo
escribiendo los días que imagino a su lado, y que podría hacer un libro del que
dijeran que sacudió al mundo. Y que si leo una y otra vez cada texto es porque es
la única manera en que logro sentir que forma parte de mi vida.
Que por él mis días tienen un solo sabor a alegría y dolor.
Que es la primera persona en
mi corta vida que además de ponerme nerviosa, de hacer que me revoloteen
mariposas en el estómago y de que me suden las manos, ha logrado hacerme
temblar con solo tenerlo cerca.
Quiero que sepa que a pesar de
todo, prefiero tenerlo como amigo a no tenerlo como nada en mi vida. Que al
ponerle punto final a este texto, buscaré una foto suya y le desearé buenas
noches, a ver si una vez más consigo que se aparezca en mis sueños.
Pero sobre todo, quiero que
sepa que en el corazón no se manda, que nadie elije de quien enamorarse y que
yo no quería quererlo… que un día me
desperté y quise negarlo, que al siguiente lo hice, pero que una semana después
los demás lo sabían, y que, aunque aún me resistía a admitirlo, ya no lo pude evitar.