Así que garabateé sobre la
lista que había creado hasta que las palabras dejaron de percibirse, e inicié
una nueva. Anoté tu indiferencia para saludarme cuando más deseo que lo hagas,
tu extraña manera de mirarme a veces cuando decido hablarte y tu poca
colaboración para conversar. Escribí también tu infelicidad, porque aunque no
quiera, me hace sentir infeliz también; tu caminar inconfundible, ese que me
hace saber que eres tú aún cuando no traiga puesto los lentes; tu tendencia a
estar rodeado siempre de toda clase de chicas; tu mala costumbre de aparecer y
confundir todo mi espacio cuando no quiero verte, y lo que odio más, que no tengas novia. Porque si la
tuvieras me harías más fáciles las cosas…
Porque si la tuvieras, hace mucho que hubiese entendido que no tengo
oportunidad y te hubiese borrado de mi cabeza.
Y por eso te odio. Por
hacer largos mis días.
Porque
te quiero. Porque sí.
aksljdlkajsljlkasmldkajsñdkasjdkldj. Te odio.
ReplyDelete