«Esta es la historia verdadera e imposible de mi gran amor.
Espero que ella no lo lea y me reproche que me he reservado numerosos detalles:
su nombre, los datos sobre dónde nació y creció y las cicatrices o lunares que
podrían identificarla. De cualquier modo, no puedo evitar escribir esto para
ella. Quiero decirle: “Lamento cada palabra que escribí para cambiarte. Lamento
muchas cosas. No te valoré cuando estabas aquí; y ahora que te has ido, te veo
en todas partes”. Uno podría leer este libro y pensar que es magia… pero
enamorarse es un acto de magia. Y escribir también lo es. Alguien dijo sobre El
guardián entre el centeno: “El
milagro poco común de la ficción ha sucedido de nuevo. Un ser humano ha sido
creado a partir de tinta, papel e imaginación”. Yo no soy D. J. Salinger, pero
fui testigo de un milagro poco común. Todo escritor puede atestiguar, que en su
estado más afortunado y feliz, las palabras no provienen de uno, sino a través
de uno. Ella vino a mí íntegramente. Yo sólo tuve la fortuna de estar aquí para
recibirla».
–Calvin Weir-Fields,
en Ruby Sparks.
Es un gran texto y con mucha razón. Tenemos la suerte de poder hacer disfrutar a los demás por medio de las palabras y ellas en sí son un don que a muy pocos se les concede. Un muack ♥
ReplyDeletehttp://wildbitte.blogspot.com/
Es un texto preciosísimo!! Me ha encantado de verdad, no lo había leído nunca.
ReplyDeleteGracias por dejar un comentario en mi blog.
Un besazo <3